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¿Cómo aplicar Viniltex Baños y Cocinas para que dure más y se mantenga limpio?

Cuando pintamos baños y cocinas, lo que más queremos es que la pintura dure, que no se pele, que resista la humedad y que sea fácil de limpiar. Si alguna vez has tenido que repintar estas zonas antes de tiempo por hongos, grasa o vapor, este artículo es para ti. Aquí te explico cómo sacarle el mayor provecho a Viniltex® Baños y Cocinas de Pintuco, una pintura que ya he usado en varios proyectos, y que ha dado muy buenos resultados tanto en obra nueva como en remodelaciones.

¿Por qué usar Viniltex Baños y Cocinas en vez de una pintura corriente?

A diferencia de una pintura vinílica común, Viniltex Baños y Cocinas tiene un aditivo bactericida que elimina el 99% de bacterias y evita hongos y moho. Esto no es un lujo: en baños y cocinas, donde hay humedad constante, esto evita manchas negras, malos olores y deterioro prematuro. Además, su acabado satinado repele grasa y es muy fácil de limpiar, incluso después de años.

¿Qué herramientas necesito para aplicar Viniltex Baños y Cocinas correctamente?

Depende del equipo de aplicación, pero en general vas a necesitar:

¿Cómo preparar bien la superficie antes de pintar con Viniltex Baños y Cocinas?

Este paso es CLAVE. La pintura puede ser la mejor del mundo, pero si no preparás bien la superficie, no va a durar.

¿Cuántas manos aplicar y cuánto dejar secar entre capa y capa?

Para que el acabado quede bien sellado y resistente:

¿Cómo afecta el clima o el tipo de superficie el rendimiento de esta pintura?

¿Cuánto rinde realmente Viniltex Baños y Cocinas?

En obra, lo he comprobado: con 1 galón a 2 manos bien aplicadas lográs entre 30 y 35 m² si el color es similar. Si estás cambiando de color muy distinto, bajá la expectativa a 25 a 30 m² por galón.

¿Cuál es el consejo de oro para que la pintura dure y se vea bien por años?

Mirá, si querés que no se te manche, no se te pele ni se te llene de moho el baño o la cocina, la clave está en no saltarte la preparación y en aplicar al menos dos manos completas, respetando los tiempos de secado. Y no te afanés en lavarla apenas termines: dejala curar bien. Eso es lo que te asegura un acabado bonito y duradero, que no te haga volver al mes a repintar.

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