Por Daniela Minorta
Con el incremento del uso de la energía eléctrica en casi cualquier ámbito de nuestra cotidianidad también se han incrementado los riesgos de accidentes, así lo demuestra el artículo N.º 9 del RETIE en su análisis de riesgos de origen eléctrico.
Por ello, todo maestro, maestra y contratista debe mantenerse al tanto de las actualizaciones de las normas, así mismo prever su cumplimiento estricto durante el proceso de instalación o mantenimiento del sistema.
Uno de los incidentes más comunes son las sobrecargas eléctricas, aunque también ocurren incendios, estos últimos no tan frecuentes y se producen por malas prácticas. Lea con detenimiento y tome en cuenta las recomendaciones para evitar futuros accidentes.
Cuestiones generales
Existe lo que se llama electro patrología, que busca el origen del incidente ocurrido y qué falla pudo presentarse para que algo en el sistema eléctrico generara una respuesta negativa al momento de funcionar.
Algunos factores producen las fallas eléctricas, ellos se conocen cómo:
- Tensión de paso, están relacionados con las puestas a tierra. Técnicamente, es la diferencia de potencia experimentada por una persona, en una superficie con los pies abiertos a un metro.
2. Tensión de contacto o touch voltaje, se refiere a la diferencia de potencia entre el GPR y la superficie, cuando una persona está parada haciendo contacto con una estructura de aterrizaje energético y por alguna razón uno de los conductores hace contacto con la carcasa metálica que causa corriente al trabajador.
Su causa es comúnmente por una tubería metálica que hace contacto con otra tubería metálica energizada, y esta hace retorno de la energía. Si al momento una persona está en esa área sufre la consecuencia eléctrica.
Lo que dice la norma
El RETIE en su artículo N.º 9 refiere que los seres humanos expuestos a riesgo eléctrico se clasifican en individuos A y B, siendo A quienes llevan conductores eléctricos directo al corazón en procesos invasivos, y reciben una corriente máxima de 89 microamperios.
Y el individuo B, es aquel que está contacto con conductores eléctricos que no llegan directo al corazón, es decir, que no tienen un marcapasos.
También existen otros efectos que varían según los amperios por segundo:
- De 4 a 8 A: La sensación de la corriente se percibe en dedos y tendones de los pies
- De 10 a 30 A: Rigidez muscular suave en dedos, muñecas, codos, hombros y las piernas
- De 15 a 45 A: Rigor en dedos, muñecas, codos, hombros y piernas
- De 40 a 80 A: Tensión muscular, con dolor en brazos y piernas
- De 70 a 120 A: Rigidez muscular, dolor, ardor en brazos, hombros y piernas.
Cuando se tiene contacto con algún aparato eléctrico que le provoca un leve cosquilleo, se trata de un miliamperio de electricidad. El cosquilleo es el indicador del cuerpo para decir que hay una corriente por el organismo.
La superación de estos valores podría ocasionar la muerte, infarto cardíaco, hasta invalidez. En este caso se habla de una energía con un rango de 60 a 100 miliamperios. Esto demuestra la sensibilidad y cómo administra la sensación de corriente el cuerpo humano.
Así mismo, el RETIE señala que un rango de 9 a 25 miliamperios causaría en la persona una contracción muscular que, incluso, le haría difícil soltar momentáneamente el aparato que le generó la corriente. Cuando esto ocurre, la persona suele dar una patada involuntaria como consecuencia.