Los concretos masivos son una solución eficiente en grandes proyectos de construcción, pero requieren técnicas especiales para evitar problemas como el agrietamiento térmico. ¿Cómo se manejan estos concretos y qué debes considerar al usarlos? Aquí te explicamos todo.
¿Por qué los concretos masivos requieren un manejo especial?
Todos los materiales sólidos se expanden o contraen con los cambios de temperatura, y el concreto no es la excepción. En los concretos masivos, la disipación del calor es más lenta debido a su gran volumen, lo que puede generar fisuras y afectar la resistencia estructural.
El ACI Comité 116 define el concreto masivo como “cualquier gran volumen de concreto colado en la obra, con dimensiones suficientemente grandes que requieran medidas para enfrentar la generación de calor y para controlar los cambios de volumen, a fin de minimizar el agrietamiento”.
¿Cómo se disipa el calor en un concreto masivo?
El enfriamiento del concreto masivo no ocurre a la misma velocidad en todos sus puntos. La disipación de temperatura depende del tamaño del elemento. Por ejemplo:
Un muro de 15 cm de espesor puede disipar el 95% del calor en 1.5 horas.
Un muro de 1.5 m de espesor puede tardar hasta una semana en perder la misma cantidad de calor.
Por eso, cuanto más grande es el concreto, más importante es controlar la evolución térmica durante su fraguado.
¿Cuáles son los factores clave en el diseño de un concreto masivo?
Para garantizar un buen desempeño de un concreto masivo, se deben controlar varios aspectos, entre ellos:
Resistencia y edad de diseño: Definir la resistencia que se debe alcanzar y en cuánto tiempo.
Relación agua/cemento: Controlar la cantidad de agua para reducir la generación de calor.
Uso de adiciones cementicias: Materiales como ceniza volante, escoria o humo de sílice ayudan a disminuir la temperatura interna.
Control de temperatura de los materiales: En climas cálidos, se usa hielo en lugar de parte del agua de mezcla.
Gradientes térmicos: Evitar diferencias extremas de temperatura entre el interior y la superficie del concreto.
Curado riguroso: Mantener la humedad del concreto para evitar fisuras por retracción térmica.
«No se trata solo de verter concreto, sino de controlar cada detalle para garantizar estructuras seguras y duraderas.»