Trabajar en alturas no es un “detalle más” del oficio: es una de las actividades de mayor riesgo en la construcción y, al mismo tiempo, una de las más mal entendidas. Muchos maestros creen que con “experiencia” basta. Pero la experiencia solo sirve si llega acompañada de formación, buenas prácticas y cumplimiento normativo. De lo contrario, el riesgo no disminuye: se multiplica.

En Colombia, los artículos 27 y 28 de la Resolución 1409 de 2012 establecen las reglas del juego para empresas, contratistas y trabajadores que desempeñan actividades donde exista riesgo de caída. Esta norma define quién puede trabajar en alturas, qué formación debe tener, cada cuánto debe actualizarla y qué responsabilidades existen tanto para el empleador como para el trabajador.

Este artículo desglosa cada punto de forma práctica para maestros, cuadrillas, contratistas y supervisores que quieren hacer las cosas bien… y volver a casa enteros cada día.

1. El marco legal: lo que todo maestro debe saber sin excusas

Artículo 27: Plazos que sí o sí deben cumplirse

La Resolución 1409 estableció que las empresas tendrían 24 meses para completar los procesos de capacitación de sus trabajadores según el nivel de formación requerido. Además, una vez terminada la capacitación, el trabajador debe obtener la certificación de competencias laborales, emitida por una entidad autorizada.

En resumen:

• Hacer el curso no basta: se necesita certificación.
• Capacitar tarde no salva vidas: los tiempos están definidos y deben cumplirse.
• La empresa y el maestro comparten responsabilidad: nadie puede hacerse el loco.

Artículo 28: Cumplir con el reglamento no es opcional

Este artículo aclara que la protección contra caídas no puede comprometer la seguridad del trabajador y que es obligación de empleadores, contratistas y trabajadores cumplir cada punto de la resolución.
 Es decir: no existe “es que no había arnés”, “es que era rápido” o “es que nunca había pasado nada”.

La ley es clara. Y la gravedad, aún más.

2. Los cuatro niveles de capacitación: el sistema que salva vidas

Según los expertos de HSE Consultores, existen cursos específicos para cada rol dentro del trabajo en alturas. No todos deben saber lo mismo, pero todos deben estar bien formados.

▶ 1. Administrativo

Este nivel está dirigido a:

• Talento humano
• Empleadores
• Jefes
• Supervisores
• Interventores de oficina

Ellos no realizan el trabajo en alturas, pero sí toman decisiones que afectan la seguridad: autorizan personal, verifican soportes, contratan proveedores, evalúan riesgos y responden legalmente.

En este nivel se enseña:

• Responsabilidad civil, administrativa, laboral y penal.
• Documentación obligatoria.
• Cómo seleccionar un proveedor competente.
• Cómo evaluar perfiles y certificaciones del personal operativo.

Un administrativo mal informado puede poner en riesgo a toda la obra. Un administrativo bien capacitado, en cambio, mantiene el proyecto blindado.

▶ 2. Operativo

Este curso es obligatorio para todo trabajador que haga labores con riesgo de caída, incluso si el trabajo parece sencillo:

• Techos
• Escaleras portátiles
• Plataformas
• Andamios
• Canastillas y similares

Aquí el maestro aprende:

• Uso adecuado del arnés.
• Identificación de puntos de anclaje.
• Manejo de líneas de vida.
• Inspección básica de equipos.
• Técnicas seguras para ascenso y descenso.

Un trabajador sin este nivel es un trabajador expuesto. Y un contratista que lo permite, un contratista sin excusas.

▶ 3. Avanzado

Este nivel está diseñado para quienes se enfrentan a riesgos superiores a 1.5 metros y realizan desplazamientos verticales u horizontales complejos.

Incluye:

• Uso de equipos especializados de protección contra caídas.
• Técnicas de suspensión y rescate básico.
• Procedimientos para maniobras complejas.
• Evaluación avanzada de riesgos.
• Interacción con líneas de vida horizontales, verticales y equipos autorretráctiles.

Aquí no hay espacio para la improvisación. Trabajar mal un sistema avanzado puede costar segundos… y la vida.

▶ 4. Reentrenamiento

El reentrenamiento es obligatorio para quienes ya tienen un nivel avanzado, pero requieren actualización para:

• Cambios normativos.
• Cambios tecnológicos en los equipos.
• Renovación de certificación.
• Mejora de habilidades prácticas.

Este punto es uno de los más ignorados del sector. Un certificado vencido es como un casco roto: no sirve.

▶ 5. Coordinador de trabajo en alturas

Este rol es para quienes:

• Supervisan
• Inspeccionan
• Coordinan labores
• Avalan permisos de trabajo
• Autorizan ingreso a áreas de riesgo
• Tienen un equipo operativo a cargo

El coordinador debe ser el “arquitecto de la seguridad en altura”. No sube, pero dirige. No sostiene la cuerda, pero garantiza que esté bien colocada.

Su responsabilidad es técnica, documental y humana.

3. Cómo saber si usted o su equipo están realmente capacitados

Es frecuente que en obra alguien diga: “Sí, yo ya hice ese curso hace tiempo” o “Yo sé trabajar en alturas porque llevo 20 años en construcción”.

La experiencia es valiosa, pero no reemplaza la formación certificada.

Estos son los criterios que definen si un trabajador está realmente habilitado:

✔ Tiene un certificado vigente con fecha y nivel claro.

✔ Puede demostrar habilidades prácticas (no solo teoría).

✔ Sabe inspeccionar su propio equipo antes de usarlo.

✔ Entiende el plan de rescate de la obra.

✔ Usa el EPP completo sin “inventos”.

✔ Conoce las normas del proyecto y los procedimientos internos.

✔ Sabe decir “NO” cuando el área no es segura.

Si falta uno de estos puntos, la capacitación no está completa.

Y en trabajo en alturas, las medias tintas no existen.

4. Los errores más peligrosos que se cometen en obra

En A La Obra Maestros hemos visto que los accidentes casi nunca ocurren por mala suerte: ocurren por decisiones equivocadas. Los errores más comunes son:

❌ Usar un arnés viejo o roto

Los herrajes oxidados y las cintas desgastadas no perdonan.

❌ Anclarse a puntos que no soportan carga

Una tubería NO es un punto de anclaje. Una baranda improvisada, menos.

❌ Subestimación del riesgo

El clásico “solo es un momentico”.
 Ese momentico es intensivo en accidentes.

❌ Uso incorrecto del equipo

Un arnés mal ajustado funciona tan bien como un cinturón de carro sin hebilla.

❌ No revisar el clima

Viento fuerte + lluvia + altura = receta perfecta para emergencia.

❌ No tener un plan de rescate

Un trabajador suspendido tiene un tiempo limitado antes de sufrir trauma por suspensión.

❌ Falta de supervisión real

Sin seguimiento, la seguridad se vuelve teoría de escritorio.

5. El rol del contratista: entre lo legal y lo ético

El contratista es quien responde por:

• La capacitación vigente del personal.
• El suministro de EPP.
• La verificación del estado del equipo.
• El cumplimiento documental.
• El plan de emergencia y rescate.

Pero más allá de la ley, está el liderazgo. Un contratista que exige seguridad demuestra respeto por su gente y por su oficio. Uno que no lo hace, envía el mensaje contrario.

En un sector donde cada día se libran batallas silenciosas contra el riesgo, la seguridad es la verdadera señal de profesionalismo.

6. ¿Cómo implementar un programa de trabajo en alturas sin volverse loco?

Te dejo un esquema práctico y directo para implementar en cualquier obra:

1. Diagnóstico inicial de riesgos

Identificar:

• Zonas de caída
• Maniobras críticas
• Actividades de riesgo repetitivo

2. Validación de certificaciones

Crear una base de datos con:

• Nombres
• Niveles de capacitación
• Fechas de expiración
• Documentos adjuntos

3. Inducción obligatoria

Todo el personal debe conocer:

• Procedimientos
• Líneas de vida
• Rutas de rescate
• Protocolos de emergencia

4. Inspección diaria de EPP

Una lista simple, pero estricta:

• Arnés
• Mosquetones
• Cintas
• Retráctiles
• Anclajes

5. Supervisión continua

El coordinador debe verificar:

• Ajuste de equipos
• Amarras correctas
• Comportamiento seguro

6. Simulacros de rescate

Un equipo que nunca ha practicado rescate no está listo para uno real.

7. Reentrenamiento anual

No es opcional. Y no es un capricho: es una necesidad técnica.

7. La seguridad como cultura: el cambio real que necesita el sector

En Colombia, cada año miles de trabajadores sufren caídas. Muchas podrían evitarse con disciplina y formación.

La seguridad no se impone solo con normas: se construye con liderazgo, ejemplo y constancia. Los maestros que cuidan su vida y la de su equipo crean un estándar profesional más alto, más digno y más rentable. Porque sí: la seguridad también es buena para el negocio.

Menos incidentes = menos retrasos = más confianza del cliente.

8. Conclusión: ¿Está realmente capacitado?

La pregunta no es retórica.

Si usted:

• Tiene formación vigente,
• Practica el uso correcto del equipo,
• Conoce la norma,
• Y respeta los procedimientos…

Entonces sí, está capacitado para trabajar en alturas.

Si no, es momento de corregir. La altura no perdona descuidos, ni permite improvisaciones. Y la experiencia, por grande que sea, nunca sustituye la capacitación formal.

La seguridad no es un trámite. Es un compromiso. Y en este oficio, ese compromiso salva vidas.