El cuidado nace de la necesidad de perseverar y mantenernos sanos a nosotros mismos o a quienes se encuentran a nuestro alrededor, este instinto de protección se hace aún más evidente en aquellas personas que cumple su rol como madres, padres o responsables de otro ser vivo y logra expandirse no solo en un entorno personal, sino también en uno más externo. Un ejemplo de ello es la historia de Margareth Martínez, quien desde su profesión y el sector constructor hizo de la protección y cuidado de los demás su pasión y futuro.
Margareth Martínez en busca de su pasión
Margaret Martínez es madre de dos hijos quienes han sido su motivación día a día para triunfar en este camino llamado vida, en el cual en busca de su pasión experimento varios espacios laborales y profesiones que poco a poco le fueron marcando la dirección correcta.
Por medio de un reconocimiento interno comprendió que el cuidado y bienestar de los demás era la causa de que su corazón se acelerará. Así que buscó aquellas profesiones que le permitieran entregar ese gran don a la sociedad; La Gestión de Seguridad y Salud en el Trabajo fue la seleccionada y qué excelente decisión, pues ya lleva más de 12 años brindado sus servicios en la industria de la construcción velando por “El autocuidado, el cuidado de los trabajadores dentro de todas las obras y aún más en el sector de la construcción, me enfoco en mitigar, reducir e implementar todas esas normas que nos ayuden a evitar accidentes.” Por lo cual su instinto de cuidado continúa latente en cada minuto del día.
Proyecto Duville segundo hogar de Margareth Martínez
La líder de SG-SST actualmente lleva más de 4 años en el proyecto Duville ubicado en la ciudad de Barranquilla, donde desempeña su labor de cuidar con el corazón la integridad de los profesionales de la construcción, tomando como base la responsabilidad y los valores que como persona, madre y profesional hacen parte de su ser.
Dentro de las obras tenemos que inculcar a todos los trabajadores para que no tengan la necesidad de que haya una persona de seguridad al 100%, sino que ellos implementen automáticamente el valor del cuidado, que es lo más importante, porque a ellos los espera la familia, los amigos y todos sus seres queridos.
Margareth Martínez inspectora de Seguridad.
Martínez todas las mañanas inicia su día con el pensamiento de que quienes salen a cumplir sus labores de casa regresen nuevamente sanos y listos para continuar compartiendo con sus familiares, es una de las principales razones que la llenan de satisfacción al terminar la jornada y confirmar que todo su equipo de trabajo se encuentra bien.
Puertas abiertas a la equidad de género en el sector constructor
Esta mujer que cumple sus labores en un sector que tradicionalmente ha sido masculino y en el que poco a poco se ha venido apostando a la equidad de género. Afirma que: “Cuando inicié en el sector constructor fue muy impactante ver que de 200 trabajadores dentro del proyecto, solamente éramos diez mujeres, uno sentía que el dominio lo tenían los hombres.”
Sin embargo, con el paso del tiempo la industria constructora y el proyecto lo han ido manejando y promoviendo la inclusión de mujeres como una pieza fundamental del rompecabezas que concluye en una brillante obra.
En construcción del autocuidado
Desde su profesión, Margareth no solo busca estar atenta al cuidado de su equipo de trabajo, sino que también apunta a crear espacios de educación en los cuales pueda, por medio de la comunicación asertiva, compartir sus saberes e incentivar al autocuidado con base a los valores y normas de seguridad que día a día se verán reflejados en la mitigación de accidentes e incidentes en las obras.
Veedores de la seguridad
A mis colegas les recuerdo la importancia de reconocer aquellos errores que comentemos en nuestros actos o condiciones inseguras e indagar las alternativas de solución, aunque siempre estaremos rodeados de peligros y riesgos reconocerlos y abordarlos con integridad nos brindará un mejor resultado.