La contratación con el Estado colombiano es, sin exagerar, uno de los mercados más grandes y estables del país. Y, aunque muchos maestros y contratistas piensan que este mundo es solo para grandes empresas, la verdad es otra: hoy existen oportunidades reales para microempresas, cuadrillas independientes y contratistas pequeños que cumplen los requisitos básicos.

Entre 2015 y el primer trimestre de 2018, las entidades estatales reportaron cerca de 6.893 procesos de contratación de obra pública. Hoy esa cifra crece cada año y se concentra especialmente en infraestructura, mantenimiento, adecuaciones, mejoramientos, vías terciarias, colegios, hospitales, redes de acueducto y saneamiento, y pequeñas obras civiles que requieren mano de obra calificada.

Sí: hay trabajo, y mucho. Pero hay un detalle: el Estado solo contrata a quienes están formalizados.

Por eso, esta guía te explica paso a paso, sin vueltas ni tecnicismos, cómo entrar al mercado, cómo registrarte y cómo licitar de manera correcta para que no pierdas tu tiempo —ni oportunidades.

1. ¿Por qué deberías pensar en contratar con el Estado?

Antes que nada, veamos el panorama real para maestros y contratistas:

Ventajas

• Pagos asegurados (aunque a veces lentos, son seguros).
• Contratos recurrentes si entregas un buen trabajo.
• Procesos públicos y transparentes: tú ves quién gana y por qué.
• Oportunidades en todo el país, desde pequeñas adecuaciones hasta grandes obras.

Retos (para que no te digas luego que no te advertí)

• Debes estar formalizado.
• Debes aprender a moverte en plataformas como SECOP I y SECOP II.
• Necesitas orden financiero y documental.
• La competencia es fuerte… pero muchos quedan por fuera solo por no cumplir requisitos.

Conclusión: Si te organizas, entras. Y si entras, juegas. Y si juegas bien, ganas.

2. El punto de partida obligatorio: el Registro Único de Proponentes (RUP)

Aquí no hay atajos. Si quieres contratar con el Estado, debes estar inscrito en el RUP de la Cámara de Comercio.

¿Quién debe estar en el RUP?

• Personas naturales (contratistas individuales).
• Personas jurídicas (microempresas, SAS, sociedades, cuadrillas formalizadas).
• Empresas extranjeras con sucursal en Colombia.

¿Para qué sirve el RUP?

El RUP certifica tu experiencia, capacidad jurídica, capacidad financiera, capacidad organizacional y clasificación técnica.
 Es decir, le dice al Estado:

“Este maestro/contratista sí puede hacer el trabajo que está ofreciendo”.

Y como el Estado exige procesos transparentes, todos los proveedores deben “hablar el mismo lenguaje”: ese lenguaje son los códigos UNSPSC, la clasificación internacional que identifica qué sabes hacer y qué puedes ofrecer.

3. Lo que debes tener claro antes de hacer el RUP

Aquí va sin anestesia:
El RUP no perdona desorden. Y si lo haces mal, te lo rechazan y pierdes meses.

Checklist directo:

✔ Define el tamaño de tu empresa

Según Ley 905 de 2004 y Ley 1450 de 2011:

• Micro
• Pequeña
• Mediana
• Grande

Esto afecta tu clasificación y la capacidad financiera que debes demostrar.

✔ Reúne tus estados financieros

A 31 de diciembre del año anterior.
 Si eres persona natural con ingresos, debes presentar declaración de renta o estados financieros firmados por contador.

✔ Demuestra tu capacidad organizacional

Aquí se valida:

• Contador o revisor fiscal (si aplica)
• Estructura empresarial
• Personal mínimo necesario
• Control societario (si eres subordinado, matriz o independiente)

✔ Clasifica tus bienes y servicios

Por códigos UNSPSC: segmento → familia → clase
 Esto define en qué tipo de contratos puedes participar.

Ejemplos típicos para construcción:

• 72101500 – Construcción de edificios
• 72141100 – Terminados y acabados
• 72141000 – Mantenimiento de infraestructura

✔ Reúne tu experiencia

Ojo:

• Deben ser contratos ejecutados, no promesas.
• Deben tener acta de recibo del cliente.
• No importa si no fueron con el Estado, los privados también cuentan.

✔ Completa tu capacidad jurídica

La Cámara de Comercio te orienta según tu tipo de empresa.

4. SECOP I y SECOP II: tus nuevas herramientas de trabajo

SECOP I

Es un compendio de documentos: allí puedes consultar:

• Procesos en curso
• Resultados de licitaciones
• Documentos de cada convocatoria

Pero no permite transacciones electrónicas completas.

SECOP II

Aquí es donde ocurre la magia:

• Te registras como proveedor
• Recibes notificaciones en tu correo
• Presentas observaciones
• Envías ofertas digitales
• Haces seguimiento a los procesos

La plataforma está hecha para que pequeños proveedores compitan en igualdad de condiciones, siempre que cumplan requisitos.

5. ¿Cómo funciona realmente una licitación?

Las licitaciones son públicas. Todo el proceso es visible.
 Aquí va el paso a paso real, según lo que exige el Estado:

1. Conoce y descarga los documentos del proceso

La entidad pública:

• Aviso de convocatoria
• Pliegos preliminares
• Estudios previos

Tú los descargas desde SECOP I o II.

2. Envía observaciones

Si encuentras algo que no cuadra o está ambiguo, puedes comentarlo.

Ejemplo real:

“Solicitamos aclarar si la experiencia requerida debe ser de vías terciarias o cualquier obra civil”.

Esto demuestra profesionalismo y te evita futuros dolores de cabeza.

3. La entidad pública los pliegos definitivos

Ese documento es la biblia del proceso.
 Ahí salen:

• Requisitos habilitantes
• Experiencia mínima
• Capacidad financiera exigida
• Cronograma
• Cómo presentar la oferta

4. Presenta tus ofertas

Tienes un plazo exacto.
 Debes preparar:

• Propuesta técnica
• Propuesta económica

Ambas deben cumplir al 100% lo exigido.
Aquí fallan muchos pequeños contratistas por descuido.

5. Verifica que cumples todos los requisitos

Revisa que:

• Tu RUP esté vigente
• Tu clasificación corresponda al objeto del contrato
• No tengas inhabilidades
• Cumplas con los valores mínimos de experiencia y capacidad financiera

6. Presenta tu oferta final

Tú envías:

• Un sobre técnico
• Un sobre económico

Ambos se cargan digitalmente en SECOP II.

7. Espera el informe de evaluación y el acto de adjudicación

Si ganas:

• Recibes el contrato
• Te piden pólizas
• Inicia la obra

Si no ganas:

• Puedes ver por qué
• Puedes mejorar para la próxima

6. Consejos prácticos para maestros y contratistas que quieren empezar

Este es el tipo de consejo que te ahorra meses de dolores de cabeza:

1. No te postules a todo

Elige procesos donde realmente cumples requisitos.
 La clave no es “participar mucho”, sino participar bien.

2. Organiza tu documentación desde ya

Ten una carpeta digital con:

• Actas de recibo de obra
• Certificados de experiencia
• Estados financieros
• Rut, Cámara de Comercio, cédulas, etc.

Eso acelera tu RUP y tu oferta.

3. No ignores las observaciones

Muchos contratos se ganan desde esta etapa.

4. Aprende a leer pliegos

Es la diferencia entre quedar habilitado o quedar eliminado en la primera página.

5. Arma tu equipo de apoyo

No necesitas una gran empresa.
 Pero sí:

• Contador
• Auxiliar administrativo
• Especialista técnico (si aplica)

6. Revisa el puntaje de factores económicos

Muchos procesos hoy no se ganan solo por precio.
 También cuentan:

• Cumplimiento
• Experiencia
• Programación de obra
• Capacidad técnica

7. Haz presencia en el territorio

La mayoría de contratos pequeños se asignan a proveedores regionales. Aprovecha eso.

7. ¿Qué tipo de contratos puede ganar un maestro o contratista pequeño?

Más de los que imaginas:

• Mantenimiento de aulas escolares
• Reparación de cubiertas
• Adecuación de andenes
• Instalación de redes eléctricas
• Reparación de filtraciones
• Mantenimiento de fachadas
• Mejoramientos de vivienda
• Adecuaciones internas en edificios públicos
• Apoyo de mano de obra calificada en obras grandes

El Estado contrata desde obras gigantes hasta arreglos pequeños y recurrentes.
El truco está en empezar por lo que sí puedes cumplir.

8. Errores que sacan a muchos contratistas del juego

Sin rodeos. Estos errores te dejan por fuera automáticamente:

• Presentar el RUP vencido.
• No cumplir la capacidad financiera mínima.
• Clasificar mal tus actividades (códigos UNSPSC).
• Subir documentos incompletos a SECOP.
• Ofrecer precios artificialmente bajos.
• No adjuntar las actas que soportan tu experiencia.
• No responder oportunamente a observaciones de la entidad.

Evita estos cinco y ya estás por encima del 60% de la competencia.

9. ¿Vale la pena contratar con el Estado?

Sí. Pero solo si estás dispuesto a trabajar con disciplina.

La contratación estatal abre puertas.
 Te permite crecer, formalizarte, estabilizar tu ingreso y competir en un mercado donde el trabajo nunca se acaba.

Si quieres dar el salto de maestro independiente a contratista de alto nivel, este es el camino. Y como todo en construcción: las bases deben quedar bien hechas desde el principio.