Metales Ferrosos y No Ferrosos en la construcción, lo que todo maestro de obra debe saber

En proyectos de construcción, remodelación y mantenimiento, el trabajo sobre superficies metálicas exige más que una buena mano de pintura: requiere conocer la naturaleza del metal, su comportamiento frente a la corrosión y la técnica adecuada para protegerlo y embellecerlo.

1. Clasificación de los metales

Metales ferrosos

  • Definición: Contienen hierro en su composición principal.
  • Ejemplos comunes en obra: acero estructural, láminas galvanizadas, hierro fundido, perfiles para ventanas y rejas.
  • Características clave:
    • Alta resistencia mecánica.
    • Tendencia a oxidarse en contacto con humedad y oxígeno.
    • Requieren tratamiento anticorrosivo antes del acabado final.

Metales no ferrosos

  • Definición: No contienen hierro o lo tienen en mínima proporción.
  • Ejemplos comunes: aluminio, cobre, latón, zinc, plomo, estaño.
  • Características clave:
    • Generalmente más resistentes a la corrosión (aunque no inmunes).
    • Menor densidad (más livianos).
    • Su superficie puede ser más lisa y con menos adherencia para pinturas comunes.

2. Retos técnicos en obra y pintura

Tipo de metalProblema frecuenteConsecuencia si no se trataSolución recomendada
Ferroso sin protecciónOxidación rápidaPérdida de material y estéticaLimpieza mecánica/química + anticorrosivo base
Ferroso galvanizadoPintura mal adheridaDescascaramiento prematuroImprimante especial para galvanizados
No ferroso (aluminio)Baja adherencia de pinturaPelado de capasLijado + imprimante epóxico o wash primer
Cobre/latónPátina no deseada (verde)Cambio de aparienciaSellador transparente o barniz marino

3. Preparación de la superficie

Metales ferrosos

  1. Limpieza mecánica: cepillo de alambre, lija o granallado para retirar óxido suelto.
  2. Desoxidante químico: productos fosfatantes para estabilizar óxido residual.
  3. Lavado: agua limpia y secado completo.
  4. Aplicación de imprimante anticorrosivo: epóxico o alquídico según exposición.
  5. Acabado: esmalte alquídico, poliuretano o pintura industrial según uso.

Metales no ferrosos

  1. Lijado suave para generar rugosidad y mejorar adherencia.
  2. Limpieza con solvente desengrasante (sin residuos grasos).
  3. Imprimante especializado: wash primer, epóxico o base para metales no ferrosos.
  4. Acabado: esmaltes o recubrimientos compatibles con el imprimante.

4. Buenas prácticas en obra

  • Evitar pintar en horas de alta humedad (mañana muy temprano o noche) para prevenir condensación.
  • Mantener la temperatura del metal entre 10°C y 35°C durante la aplicación.
  • Respetar los tiempos de secado entre capas indicados por el fabricante.
  • Aplicar capas delgadas y uniformes para evitar descuelgues y burbujas.
  • Usar EPP (guantes, gafas, mascarilla) al manipular químicos.

5. Mantenimiento preventivo

  • Inspección visual cada 6 a 12 meses para detectar desgaste, puntos de óxido o desprendimiento de pintura.
  • Limpieza regular con paño húmedo y detergente neutro, evitando abrasivos.
  • Repintado puntual antes de que el óxido avance.
  • En estructuras exteriores, considerar protección extra como galvanizado en caliente o recubrimientos poliuretánicos.

Conclusión:
El éxito en la pintura de metales no se logra solo con una buena brocha. Comprender la naturaleza del sustrato, aplicar el sistema adecuado de preparación y acabado, y realizar mantenimientos periódicos, asegura trabajos duraderos y de alta calidad.

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