La mampostería estructural sigue siendo uno de los sistemas más sólidos, versátiles y confiables para construir viviendas y edificaciones en Colombia. Su correcta aplicación garantiza seguridad, durabilidad y eficiencia estructural, siempre que se ejecuten buenas prácticas desde el diseño hasta la obra.
¿Qué es la mampostería estructural?
Es un sistema en el que los muros no solo dividen espacios, sino que también soportan cargas verticales y laterales: peso propio, losas, empujes, viento o sismo. Su comportamiento depende de la interacción entre tres elementos:
- Unidades de mampostería (bloques, ladrillos o piedras).
- Mortero de pega o de inyección, que une las piezas.
- Acero de refuerzo, que otorga ductilidad y resistencia.
El equilibrio entre estos componentes es lo que define su desempeño. Por eso, no se trata de un material aislado, sino de un sistema completo que debe diseñarse y construirse con precisión.
Tipos de mampostería según la norma
- Reforzada: Contiene acero en sentido vertical y horizontal, con cuantías mínimas que garantizan ductilidad y comportamiento sísmico adecuado.
- Parcialmente reforzada: Usa menos acero, por lo que su aplicación se limita a zonas de amenaza sísmica baja o edificaciones de baja altura.
- No reforzada: Se utiliza solo en zonas de muy baja amenaza sísmica.
- Confinada: Ideal para reforzar o rehabilitar viviendas existentes; combina muros con columnas y vigas de confinamiento.
- Reforzada externamente: Consiste en aplicar mallas o refuerzos externos anclados con mortero estructural, una solución útil para rehabilitación.
Materiales: la base del buen desempeño
La norma colombiana contempla unidades de mampostería de arcilla cocida, concreto, piedra natural y silicocalcárea, siempre que cumplan los requisitos de resistencia, densidad y absorción de agua.
- Las unidades con perforaciones verticales son preferibles, ya que ofrecen mejor comportamiento ante cargas de compresión y evitan fallas frágiles.
- Los morteros deben diseñarse para lograr adherencia y resistencia sin exceder la rigidez, evitando fisuras o pérdidas de unión.
- El acero de refuerzo debe colocarse con recubrimientos adecuados, anclajes firmes y celdas correctamente inyectadas.
Buenas prácticas constructivas
- Traba adecuada: No se deben apilar las piezas una sobre otra (aparejo de petaca). El desplazamiento entre hiladas debe ser al menos un tercio del largo del bloque.
- Espesor del mortero: Mantenerlo en torno a 10 mm, con tolerancias mínimas.
- Evitar cortes y canalizaciones posteriores: Las regatas para instalaciones eléctricas o hidráulicas debilitan el muro y reducen su capacidad estructural.
- Juntas de movimiento: Permiten absorber cambios térmicos o diferenciales de carga sin fisurar el muro.
- Curado y protección: En muros expuestos, proteger del sol y viento durante los primeros días de fraguado.
Actualización normativa y desafíos
La Norma Sismo Resistente Colombiana (NSR-10) ha evolucionado para garantizar mayor seguridad en la construcción. Actualmente, se trabaja en su actualización para incorporar aprendizajes de campo y nuevas tecnologías.
Entre los principales desafíos destacan:
- Mayor control de calidad en materiales y ejecución.
- Reducción de la autoconstrucción informal en zonas sísmicas.
- Formación técnica continua para maestros y residentes de obra.
Mampostería: un sistema vigente y versátil
La mampostería no es un sistema del pasado. Bien ejecutada, ofrece ventajas en aislamiento térmico, resistencia al fuego, confort acústico y durabilidad superior a 50 años con mantenimiento adecuado.
Permite construir desde viviendas de interés social hasta edificaciones institucionales o comerciales, con una relación costo-beneficio difícil de superar.
En palabras simples: la mampostería sigue siendo una estructura confiable, bella y adaptable, siempre que se diseñe con criterio, se construya con rigor y se supervise con conocimiento.