Por: Fabio Niño
El trabajo en alturas, sin duda, ha sido el foco de numerosos estudios y preocupaciones en el sector de la construcción colombiano. Con altas cifras de accidentalidad, se resalta la necesidad de seguir protocolos estrictos para garantizar la seguridad de quienes desafían la gravedad día a día.
¿Qué significa trabajar en alturas?
Recordemos que el trabajo en alturas, como hemos discutido anteriormente, requiere de un certificado que garantiza la formación y habilidad del trabajador para enfrentarse a situaciones de riesgo. Pero, ¿cómo protegemos a estos profesionales cuando están en plena acción?
Medidas de protección: pasivas y activas
De acuerdo con la resolución 4272 de 2021, las medidas de protección se definen como aquellos mecanismos “implementados para detener la caída, una vez ocurra, o mitigar sus consecuencias”. Aquí, tenemos:
Medidas pasivas:
Redes de Prevención o Verticales:
Evitan la caída de personas. Se clasifican en:
- Usadas como barandillas en huecos y aberturas.
- Aplicadas en fachadas con o sin horcas.
- Utilizadas en protección de cubiertas.
Redes de protección o recogida:
Limitan la caída de trabajadores, diferenciándose en prevención vertical tanto en huecos como en aberturas.
Medidas activas:
- Anclaje: Une la cadena de elementos de protección a la estructura principal.
- Línea de vida (horizontal y vertical): Protege los movimientos y evita caídas a diferentes niveles.
- Conectores: Unen al trabajador con el punto de anclaje.
- Arnés cuerpo completo: Impide que el usuario caiga.
Sistemas de solución en alturas
Adicional a estas medidas, existen sistemas específicos que buscan solucionar problemas de seguridad en alturas:
- Sistemas Fijos: pasarelas, barandas, túneles, escaleras que forman parte de las infraestructuras permanentes.
- Sistemas Temporales: andamios, plataformas, escaleras móviles para actividades poco frecuentes.
El costo humano: estadísticas reveladoras
La realidad detrás del trabajo en alturas se revela en las estadísticas. Las cifras lo demuestran: solo en 2020 se registraron 57 fatalidades debido a trabajos en alturas, representando una tasa de 6,4 muertes por cada 100.000 trabajadores.. Una cifra alarmante que pone en perspectiva la importancia de los protocolos y medidas de seguridad.
Trabajar en alturas es sinónimo de riesgo, pero con las medidas adecuadas, formación y conciencia, podemos proteger a nuestros profesionales. Como maestros y contratistas, nuestro deber es asegurarnos de que cada trabajador regrese sano y salvo a casa, y ello comienza con una formación rigurosa y un respeto profundo por las normativas de seguridad. ¡No dejemos que los números aumenten!