Las mallas son resistentes, flexibles, livianas y no se deterioran con el paso del tiempo; no se oxidan y resisten la agresividad de la cal y el cemento. Estas redes fueron diseñadas para absorber las dilataciones que se producen por los cambios bruscos de temperatura y asentamientos sobre paramentos diferentes.
Gracias a su alta resistencia a la tracción, las mallas evitan que el revoque que las recubre se fisure. Por esta razón, son adecuadas para resolver o prevenir algunos problemas en construcción tradicional e industrializada, como: revoques y carpetas muy extensos, o esquinas y encuentros entre distintos materiales.
En resumen su trabajo principal es distribuir las solicitudes mecánicas sobre toda la superficie, aumentando la resistencia al impacto. De este modo se logra una reducción del riesgo de grietas y se mantiene la integridad de los revoques. Además, las redes plásticas facilitan el anclaje de revoques sobre diferentes materiales, revestimientos rugosos o placas aislantes. También evitan las fisuras en revoques hechos en la unión de sustratos diferentes, como es el caso de paredes de ladrillo con hormigón o de elementos metálicos con hormigón.
Con el objetivo de cumplir con las necesidades de resistencia al impacto, las redes se comercializan en varias medidas. Las más delgadas funcionan para el refuerzo de membranas líquidas a base de resinas acrílicas, epoxibituminosas, mezclas impermeabilizantes, guardas cerámicas, composiciones artísticas, vitrofusión y revestimiento de molduras de EPS con base coat, reduciendo el riesgo de figuración.
Las que siguen se utilizan para el armado de pisos de alisado cementicio de bajo tránsito y micropisos, para revoques finos y en obras de restauración de fachadas y paredes interiores.
Finalmente el calibre de red más grande, se utiliza para el refuerzo del encuentro de dos materiales con diferentes coeficientes de dilatación. En este caso la malla absorbe las tensiones manteniendo la integridad del revoque. Por ejemplo, cuando se juntan el hormigón y mampostería, a la vez que reduce las fisuras en la unión con mortero de materiales de diferentes propiedades como el hormigón y el hierro. Esta red también funciona en el armado de morteros impermeabilizantes, morteros monocapa y de granulometría fina.
Antes de ser colocada es recomendable enrollar la malla en sentido contrario al formato de presentación para evitar curvaturas indeseadas. En general, la red se sujeta con la misma masa de material que se quiere armar (mortero, pintura o yeso).
El primer paso es extender una capa de mortero y después instalar la malla sobre la pared, de arriba a abajo, embutiéndola y presionándola con la ayuda de una llana en la primera capa de material aún fresco.
En zonas expuestas a impactos, donde el objeto de mejorar la resistencia mecánica, la red se puede colocar doblada. Después del endurecimiento de la primera capa, se debe recubrir con una segunda capa del mismo material. En el caso de la colocación de morteros proyectados se debe proceder de idéntica manera.
Cuando se trata de reforzar pinturas elastoméricas en trabajos de impermeabilización, se aplica una primera mano de pintura, se embute la red con un rodillo o llana plana cuando la pintura esta todavía húmeda. Una vez seca, se aplica una segunda mano.