Buenas practicas para instalar una cerradura

Un maestro cerrajero se distingue por la calidad de su trabajo. Es decir, las cerraduras que instala dejan la puerta impecable. Sin una sola astilla, con los orificios bien pulidos y las platinas pegadas ala perfección. 

¿Cómo se logra esto?

Aunque la práctica hace al maestro, seguir estos consejos le ayudará a convertirse en ‘un duro’ de la instalación de mecanismos de seguridad.

1. Tome las medidas

Mida la altura de la puerta. Luego, en uno de los costados, marque la mitad de esa longitud.

2. Haga el dibujo

A continuación use la plantilla que trae la chapa para marcar el punto donde se debe insertar el cilindro, la manija y los tornillos. También marque los puntos a perforar para insertar los cerrojos, en el costado o canto de la puerta.

3. Perfore el canto

Taladre con una broca de espada en el área para insertar la caja de cerrojos. Revise las medidas de la chapa para verificar la profundidad. Mantenga la broca centrada para evitar desigualdades.

 

4. Pula el orificio

Con la ayuda de un formón, talle el conjunto de orificios hasta crear un espacio rectangular en el que se pueda introducir la caja de la cerradura. Evite salirse de la medida que deben tener.

 

5. Talle la placa

Con el lápiz o el formón dibuje el área que ocupará la placa de la chapa sobre el canto de la puerta. Deberá ir alrededor del hueco para la caja. Luego talle esa área con el formón a una profundidad de 2 a 3 milímetros.

6. Perfore el frente

Utilice una broca de espada con un diámetro equivalente al cilindro y el mecanismo de la manija, según indique la plantilla o la caja de la cerradura. Luego, con una broca cilíndrica, perfore los huecos para insertar los tornillos que sujetarán esas piezas.

7. Inserte las piezas

Introduzca el mecanismo de la cerradura y la placa en el costado de le puerta. Atorníllela. Luego introduzca el cilindro y atorníllelo a la placa o la parte frontal de la puerta, según el caso. Ponga la tapa o escudo del cerrojo a presión.

8. Instale las manijas

Separe el perno o eje de las manijas y atraviéselo en el mecanismo. Revise que el perno tenga la misma longitud hacia los dos lados de la puerta. Luego inserte las manijas y apriételas con sus tornillos correspondientes. Algunas manijas tienen un tornillo interno para asegurarlas. Este se manipula con una llave brístol y se aprieta hasta que queden fijas.

9. Perfore el marco de la puerta

Junte el costado del marco con el cuerpo de la puerta para medir la posición exacta en la cual encajará la cerradura. Marque o dibuje los puntos en los que se insertarán los cerrojos. Luego perfore la madera con una broca de espada, creando el espacio justo. Lije o lime los huecos para evitar imperfecciones.

10. Instale la platina

Coloque la platina del marco de manera que corresponda con los demás mecanismos de la cerradura. Si es necesario, talle un espacio para insertarla. De lo contrario, atorníllela en la madera. Luego pruebe cerrar y abrir la puerta para comprobar la instalación.

¿Sabías qué?

Una chapa abre y cierra cuando la llave tiene una forma específica. A esto se le llama combinación. Y los fabricantes se encargan de evitar las repeticiones en ellas Cuanto más segura es una cerradura, menos probabilidades existen de que haya duplicados. Las más seguras pueden fabricarse hasta en 200 mil combinaciones diferentes. Es decir, si alguien tuviera 200 mil llaves distintas podría abrir cualquier cerradura de ese modelo. Prácticamente imposible.

 

RECOMIENDE: Cerraduras programables

Algunas cerraduras mecánicas traen la posibilidad de que el dueño cambie la combinación constantemente. Insertando la llave en el cilindro y moviendo un pequeño botón, el mecanismo y la llave se modifican. Es como si se realizara un cambio de guardas, pero sin necesidad de cambiar piezas.