Por: Fabio Niño
Empezar con el pie derecho en cualquier proyecto es vital, más aún cuando se trata de una construcción. Cubrir todas las bases garantiza no solo evitar problemas legales, sino también estructurales. Aquí, te brindamos una lista elemental para empezar con buen pie.
Materiales: optimiza la eficiencia de tu obra
La calidad y eficiencia son esenciales. Asegúrate de contar con soluciones que ofrezcan:
- Resistencia: tanto en edades tempranas como en finales.
- Productividad: más metros cúbicos vaciados por semana.
- Desempeño: mayor adherencia y fácil colocación.
- Economía: menos desperdicio y mejores acabados.
Licencia de construcción: permiso esencial
Dependiendo de la naturaleza de tu proyecto, es crucial conocer qué licencia necesitas:
- Obra nueva: para terrenos sin construcciones previas o tras demoliciones.
- Reforzamiento estructural: para fortalecer o modificar estructuras existentes.
- Ampliación: para aumentar el área construida de una edificación.
- Modificación: para realizar cambios en el diseño o estructura, sin ampliar metros cuadrados.
- Restauración: orientada a conservar edificaciones patrimoniales.
- Reconstrucción: tras daños o siniestros en edificaciones previas.
- Adecuación: cambia el uso de la construcción o parte de ella, manteniendo una parte intacta.
- Cerramiento: para encerrar propiedades privadas.
- Demolición: autoriza el derribo total o parcial de edificaciones.
Las reparaciones menores, como cambiar pisos o remodelar baños, no requieren licencia.
Documentación necesaria
Para no dar pasos en falso, es esencial contar con:
- Certificación de tradición y libertad (reciente, máximo 3 meses).
- Certificado de Constitución y Gerencia (si es sociedad).
- Recibo de Impuestos Predial.
- 3 copias de planos arquitectónicos y estructurales con fotocopia de matrícula del profesional.
- 3 copias de memorias de cálculo y estudio de suelos.
- En propiedad horizontal: Planos de Alineamiento y Proyecto de División.
- Para modificaciones y ampliaciones: copia de la Licencia y planos previamente aprobados.
Excepciones en la norma
Aunque parezca que todo proyecto requiere una licencia, hay excepciones. No se necesita este permiso para reparaciones locativas menores como remodelaciones en baños o cocina, intervenciones en sistemas eléctricos, hidráulicos o de gas, o para cambiar los pisos.
Para tramitar una licencia, es necesario:
- Contratar un arquitecto con tarjeta profesional (verificable en el CPNAA).
- Conocer la normatividad del predio en la Curaduría Urbana.
- Tener un levantamiento arquitectónico del proyecto.
- Contar con un ingeniero y un profesional calculista.
- Radicar todo ante la Curaduría Urbana, con los documentos jurídicos correspondientes.
Consecuencias de no seguir estas pautas:
Incumplir con alguna de estas normas puede derivar en demoras, incremento de costos, sanciones, rediseños y hasta demandas.
Equipo humano y tecnológico
Contar con un equipo humano competente y tecnología adecuada es esencial:
- Profesionales: desde arquitectos hasta ingenieros residentes de estructura.
- Planeación de obra: sistemas como LastPlanner, basados en la filosofía Lean, optimizan el flujo de trabajo.
- Supervisión: asegurar el rendimiento y cumplimiento de objetivos, incluyendo aspectos de Seguridad Industrial y Salud Ocupacional (SISO) y protocolos de bioseguridad contra el Covid-19.
Maquinaria: equipa tu obra correctamente
Según las dimensiones y necesidades de tu obra, podrías necesitar:
- Retroexcavadora: ideal para preparar cimientos.
- Volqueta: para transportar materiales.
- Minicargador: perfecto para espacios estrechos.
- Torre Grúa: para la carga y descarga de materiales.
- Pluma: desplazar mercancías dentro de un radio de acción.