Por: Andrea Herrera
Antes de iniciar una obra, es esencial preparar el terreno que sostendrá la edificación. En Colombia, para obtener un permiso de construcción en edificaciones mayores a tres niveles, se presta especial atención al tipo de suelo. Elegir mal podría traducirse en elevados costos adicionales.
Diversidad de suelos: cada uno con sus retos y ventajas
- Suelos arenosos: ubicados cerca de zonas costeras, ríos y quebradas, poseen excelente drenaje pero son vulnerables a movimientos sísmicos y erosión.
- Suelos calizos: estos son ideales para construcciones que no requieren profundas cimentaciones, ofreciendo un ahorro significativo en movimiento de tierra.
- Suelos limosos: aunque comunes cerca a ríos, no son los más recomendables para cimentación. Construir en ellos implica excavaciones profundas y relleno con roca.
- Suelos humíferos: a pesar de ser óptimos para la agricultura, son adversos para construir. Es vital realizar excavaciones profundas y prevenir humedades.
- Suelos arcillosos: aquí el reto es mayúsculo. La torre de Pisa es un recordatorio de los riesgos de construir en este tipo de suelo. Es esencial trabajar con expertos para garantizar la estabilidad.
- Suelos pedregosos: son los ideales. Resistentes y firmes, representan la base perfecta para proyectos multiniveles.
Capas de terreno: una estructura compleja
En muchos casos, un solo terreno puede tener diversas capas. Si las capas más aptas están arriba, la cimentación será más fácil y menos costosa. Sin embargo, a veces las excavaciones son inevitables para encontrar suelos pedregosos, aumentando costos y complejidad.
El papel del topógrafo
Aunque no son expertos en tipos de terreno, los topógrafos juegan un rol crucial al replantear los diseños de cimentación. Se encargan de dibujar el terreno conforme a los planos autorizados.
Cargas admisibles: un factor determinante
Para adecuar un suelo, se debe conocer la capacidad de este para soportar la estructura que se construirá. Laboratorios especializados en Colombia toman muestras y determinan las cargas que puede soportar el suelo. Se deben considerar varios factores como el tipo de construcción, vibraciones y posibles movimientos telúricos.
En resumen, elegir el suelo adecuado para construcción en Colombia es una tarea que combina ciencia, experiencia y habilidad. Cada terreno ofrece sus propios retos y oportunidades, y es esencial que cada maestro y contratista esté bien informado para garantizar estructuras seguras y duraderas. ¡A construir con conocimiento y pasión! 🚧🔨