Don Octavio Herrera Lizarazo o como le decían sus colegas “el gato” porque montaba unos andamios en los que solo él podía subirse, empezó a trabajar en la construcción, más exactamente en obra negra desde los trece años y después se dio cuenta que lo suyo era algo más específico y se dedicó a hacer todo en acabados, decoración, espatulados y drywall.
“El gato, me decían, porque yo iba a estucar y hacia unas trampas con tablones de andamios, y no me ha pasado nada, yo me cuelgo y así trabajo”
Y es que a sus 47 años, ‘El gato’ oriundo de Bucaramanga, se ha esforzado en aprender y ha realizado diversas capacitaciones con marcas como Sika, pero destacada la labor de Recol dentro de su aprendizaje.
“Yo tengo fotos y un álbum donde están la mayoría de trabajos que he hecho, he estado en capacitaciones de impermeabilizaciones en Drywall, y en espatulado en todas las técnicas, la última fue con Recol hace seis meses”
Para Don Octavio, un trabajo mal hecho, ya sea por salir del paso o por que el cliente se muestra impaciente, no es una opción,
“Si yo voy a hacer un muro espatulado y hay humedades, pues toca primero tratar eso, si hay fisuras también se debe tratar primero, por que si uno le da un acabado a un muro que tenga esos defectos los saca”.
En seguridad aclara que mientras esta en obra tiene todo el cubrimiento que la ley y el trabajo le exige, pero que en obras pequeñas no puede exigirle al cliente que le pague su seguridad por que su valor en pesos incrementaría y nadie lo podría contratar. Sin embargo, es consciente de la necesidad de estar protegido tanto en pequeñas o grandes construcciones.
“Los clientes a mí me llegan por la vista, porque ven mi trabajo, de una me tienen en cuenta y me recomiendan, desde pintura, arreglos, humedades, filtraciones, todo eso. Yo trabajo con clientes grandes y así mismo me presentan con otras personas”
Pero en su familia no fue el único que se dedicó a construir, sus hermanos también trabajan en construcción “uno en estructura y otro en decoración, yo vivo independiente de ellos, vivo con mi esposa mi hija y yo “dice ‘el gato’.
Vive en el barrio la Cumbre en Florida Blanca con su esposa, Luz Adriana Perdomo, quién trabaja en ventas y tecnología mientras que su hija Estefanía de 20 años estudia en el SENA gestión empresarial y alternamente trabaja como comerciante.
Pero no todo es trabajo para este hombre que le ha dedicado su vida a la construcción
“Cuando estamos en familia que normalmente es un domingo, si hay platica comemos por fuera, y vamos a piscina, o cine”
En sus ratos libres, demuestra su aprecio por la música bailable y tropical, “Y así de guitarra y arpa, me gusta pero en vivo, yo inclusive tengo una guitarra, pero no practico por que casi no me queda tiempo