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Solución práctica para reparar goteras: Cintas bituminosas

Las cintas bituminosas son ideales para reparar goteras o filtraciones en los techos de las edificaciones. Una de sus cualidades es ser autoadhesiva, lo que permite sellar de manera práctica juntas y fisuras para evitar entrada de agua.

Este producto es recomendado para cubiertas en tejas, láminas metálicas, bituminosas y otros tipos de acabados de

cubierta.

Se denomina bituminosa porque dentro de sus componentes aparece el betún; y se caracterizan por ser viscosas, lo que las hace altamente maleables, permitiendo estirarlas sin alterar su estructura y capacidades impermeabilizantes.

Una ventaja es que se pueden cubrir sin problemas con pisos y azulejos, con pintura o cubrir con impermeabilizante. Entre otros atributos importantes están:

  1. Flexibilidad: permite adaptarse a superficies irregulares tales como tejas, chimeneas, etc.
  2. Impermeabilidad: ideal para la reparación de cubiertas, y para remates alrededor de ventanas de techo.
  3. Autoadherencia: se pega sobre cualquier superficie de forma inmediata. Tiene alta elasticidad y no se despega con facilidad.
  4. Resistencia: por su cobertura de aluminio en el exterior resiste al agua y a los rayos ultravioletas.

Al momento de aplicar, encomiende a sus clientes cerciorarse de que la superficie esté lisa, limpia y seca; a una temperatura entre 5ºC y 35ºC. Con temperaturas bajas, se aconseja calentar el soporte con un soplete para facilitar el pegado.

Para la colocación y extendido de la cinta opte por usar un rodillo, para mejorar la adherencia por efecto de la presión que la herramienta ejerce.

En bodega, se recomienda conservar el producto en sus envases de origen, bien cerrados, en lugar fresco y seco, protegido de luz directa y en temperaturas entre +5°C y + 25°C. Mantener alejado de cualquier fuente combustible.

Dentro del portafolio de soluciones de Sika están la Cinta Asfáltica Autoadhesiva Sika Multiseal provista en una de sus caras de una lámina de aluminio.

Este producto cuenta con 36 meses de vida útil a partir de la fecha de fabricación, siempre y cuando sea almacenado en su empaque original sin aperturas o daños, y si se cumplen a cabalidad las condiciones de almacenamiento.

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