Maestro, contratista, si usted aún no sabe en qué se gasta la platica o desconoce porque el sueldo no le rinde, es hora de pensar y mejorar en la educación financiera, que no es más que aprender a gestionar su dinero personal, en particular, en estas épocas, donde los gastos por festividades se incrementan.
Cuando hablamos de educación financiera, es garantizarle a usted y a su familia que todos sus gastos pueden ser cubiertos y que adicional pueda tener ganancias para su disfrute personal, y no esperar o depender de trabajos extras o negocios que puedan ‘reventar’ pero que al final no le representen económicamente lo que usted esperaba.
Para poder cumplir sus metas y evitar enfermedades físicas reales que están relacionadas con la enfermedad financiera como: Estrés, depresión, subidas de presión u obesidad, queremos mostrarle 4 consejos pequeños que pueden cambiarle la vida:
1. Haga un presupuesto
Puede sonar exagerado, tedioso o innecesario, pero al describir uno a uno los gastos que tiene pueden identificar en qué está fallando y cómo puede empezar a ahorrar, empiece desde lo más mínimo como el bus diario hasta un monto para provisiones, es decir, un valor destinado a emergencias o imprevistos.
2. Prográmese y empiece a ahorrar
Una vez tenga establecido en que se gasta la platica, fije un monto de sus ingresos para guardar puede hacerlo de tres maneras: a corto, mediano o largo plazo, el más corto puede destinarlo para gastos precisos, fiestas, festividades, cursos, capacitaciones, herramientas, a mediano y largo, algo más a futuro como vivienda, pensión, carro, entre otros.
3. El marranito o la alcancía
Ahorrar diariamente creará en usted un hábito de salud financiera, no se ahorra con un objetivo específico se ahorra porque se tiene la posibilidad de guardar unos pesitos sin afectar lo importante y ¿A quién no le cae bien una platica extra?
4. Gaste en lo necesario, no se exceda
En temporada de festividades es común que gastemos, lo que no tenemos y es importante reconocer lo que de verdad necesita o puede comprar, además tenga en cuenta que, en temporadas altas, los precios incrementan y puede que el martillo que en febrero le cuesta 20.000 en noviembre lo pague en 40.000, así es como se mueve el mercado.
Recuerde maestro y contratista que pasar una buena temporada de fin de año, depende de su educación financiera, para que usted y su familia puedan terminar el 2018 en tranquilidad, y arrancar un 2019 limpio de deudas.
¡A LA OBRA MAESTROS!
Fotografía y gráficos: Bakar015 – Dragana_Gordic – Freepik.com