Usar morteros secos ahorra tiempo y mejora la calidad de los trabajos de mampostería, enchapado y otras labores de construcción.
La construcción está migrando hacia el uso de este tipo de morteros secos (cementos que ya vienen premezclados y empacados) porque traen beneficios. También para evitar los inconvenientes que presenta el mortero cuando se mezcla en el campamento de obra.
Opinan los expertos
Eleuterio Moreno, gerente de ELEU Moreno Construcciones, asegura que utilizar un mortero seco ahorra tiempo; provee mayor resistencia y evitas lo regueros de cemento y arena en las obras. Además, mejora los rendimientos.
“Un bulto de 25 kilos de pañete está dando un rendimiento de 5 a 7 metros cuadrados. Es decir, el bulto no es muy costoso y da mejor calidad y rendimiento. Antes, en cambio, había mucho desperdicio”, explica.
¿Dónde está el truco?
Según Camilo Rebolledo, gerente de nuevos negocios en Cemex Colombia y experto en esta clase de morteros, cualquier trabajo en el que se use cementos o morteros mezclados en el sitio puede dejar hasta un 8% de desperdicio de material al trasegarlo.
Piense en toda la mezcla que queda adherida a los baldes, carretillas y superficies de preparación. Los morteros secos, en cambio, se transportan en bultos pre-empacados por el fabricante.
- Es más fácil calcular la necesidad de material porque viene premezclado por bultos o cuñetes.
- Se puede guardar el mortero restante, siempre y cuando no se le haya añadido agua. También lo puede usar para otros ‘contraticos’ o encargos.
- Evita que su cliente tenga que lidiar con los sobrantes de material cuando realiza trabajos pequeños a domicilio.
¡Haga cuentas!
Algunos maestros opinan que los morteros secos premezclados ‘son un 30 por ciento más costosos’. Entonces ¿por qué usarlos?
Lo que en realidad sucede es que cuando el cemento se mezcla en la obra se desperdicia un 8 por ciento de are y 2 por ciento de cemento, además del tiempo del trabajador.
Por eso los expertos calculan que el rendimiento de un mortero premezclado es hasta un 15 mayor que el que se prepara en la obra.
A la hora de aplicar
- Evite los ‘morteros trasnochados´: Si preprara un mortero, recuere utilizar toda la mezcla en ese mismo día. Si lo deja remojar durante una noche la mezcla se contamina, pierde fuerza o empieza a fraguarse levemente.
- No eche más agua de la indicada: Recuerde que si añada más agua de la cuenta, la mezcla va a tener menor resistencia y el trabajo será de menor calidad.
- Siga las instrucciones: Los fabricantes imprimen las instrucciones de mezcla y uso de los morteros en los bultos y empaques que comercializan. Las medidas que allí se indican han sido probadas en laboratorios. Seguirlas al pie de la letra garantiza un mejor trabajo.
Materiales certificados
Busque los sellos de calidad en los productos que compra o exíjalos a su contratante. Cuando un material está certificado quiere decir que cumple con las Normas Técnicas Colombianas (NTC) y la Norma Sismo Resistente de 2010 (NSR 10).
En otras palabras, los morteros que vienen certificados son los que los fabricantes mezclaron con la fórmula exacta para cada tipo de trabajo.
El tema se vuelve más crítico cuando se utilizan morteros estructurales. Es decir, un mortero no certificado que después de haber fraguado tiene que soportar cargas posiblemente generará problemas.
¿Sabías que…?
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En Ecuador la cultura del mortero seco premezclado nació porque los maestros lo empezaron a exigir. Los albañiles que trabajaron un tiempo en España, y debieron regresar a su país tras la crisis de 2008, aprendieron a trabajar con este tipo de materiales, habían adquirido máquinas especializadas para aplicarlo y conocían sus ventajas.
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Ciencia en la obra
El fraguado es un proceso químico que afecta al cemento. Cuando este material es afectado por el agua genera una reacción que lo solidifica. Pero este proceso no es reversible. Por eso, un mortero que se deja trasnochar en agua pierde resistencia. Pues sus moléculas ya reaccionaron químicamente, lo que lo hará menos resistente. Sería como disolver una galleta en agua y querer hornearla otra vez.
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La palabra ‘mortero’ viene del latín mortarium que se refería a un cajón de metal usado en la antigüedad para mezclar materiales como cal y arena.