Es muy común escuchar, al hablar de cielos rasos que son placas de yeso o techos falsos que una vez instalados, únicamente cumplen la función de otorgar un toque decorativo y estético a las construcciones.
Lo importante, es que esta idea ha ido cambiando con el tiempo.
Actualmente los clientes vivir, trabajar y frecuentar lugares que ofrezcan un ambiente confortable; uno en el que el ruido exterior no haga parte de la conversación en un restaurante, en el que a la hora de dormir la temperatura en la casa sea favorable o incluso que a la hora de llegar a la oficina, ofrezca una iluminación adecuada.
Es así como a lo largo de los años, los cielos rasos han evolucionado hasta llegar a convertirse en el más sofisticado aislante térmico y acústico, que concede no solo la estética, sino también el confort que buscan las personas en cada lugar.
Recordemos:
Un cielo raso es un revestimiento que se instala en el techo y que además de tener finalidad decorativa, aísla los espacios de sonido y ofrece confort térmico al regular la temperatura, pues está hecho a base de materiales como fibras minerales y aluminio.
Instalar el cielo raso, proporcionará a sus proyectos elegancia y calidez, optimizando los presupuestos de las remodelaciones. Además de ser un excelente aislante acústico.