Durante el desarrollo de una obra puede presentarse humedad, esta debida al proceso propio de la construcción y condicionada directamente por los materiales empleados, por la forma de colocación y por las condiciones climáticas durante el período de los trabajos.
La humedad representa para el desarrollo de las obras un problema, razón por la cual se debe controlar tan pronto como se identifique, evitando así la propagación de la misma. Son muchos los tipos de humedad que se presentan en las obras, estos se clasifican según su causa, dentro de los más comunes está la humedad por filtración.
La humedad por filtración es aquella que se produce por el acceso de agua a través de huecos o grietas y que normalmente da lugar a manchas. Generalmente se puede presentar en los encuentros de muros de sótanos con la solera y el forjado superior, así como en juntas constructivas entre distintos elementos, por rotura de los cerramientos o acabados y en lugares de paso de instalaciones.
La humedad por filtración se agrava con la presencia de agua subterránea, pérdidas accidentales de agua, el agua de la lluvia y la acción de hielo-deshielo. La consecuencia genera de este este tipo de humedad es la degradación estructural, oxidación del hierro, disgregación del revoco, entrada de agua y evidentemente la creación de un ambiente malsano para las personas.